La Reflexología podal es una modalidad que forma parte de la Reflexología. Se basa en la aplicación de presiones digitales en puntos específicos de diferentes partes del cuerpo, como pueden ser los pies, las manos, espalda, orejas y caras.
¿Qué es la Reflexología podal?
La reflexología podal es una modalidad que está dentro del marco de las terapias manuales. Se basa en la estimulación de puntos específicos en los pies, también llamados como zonas reflejas. Los principios de la Reflexología podal, se basan en la teoría que en el pie se encuentran zonas que reflejan la totalidad del organismo. Desde músculos hasta órganos, glándulas, y los diferentes sistemas del cuerpo.
Beneficios de la Reflexología podal
Estimulación del Sistema Nervioso:
La aplicación de la reflexología podal mediante la presión en los puntos reflejos estimula más de 7,000 terminaciones nerviosas en los pies. Esto puede ayudar a mejorar la comunicación entre el cerebro y las diferentes partes del cuerpo.
Esta estimulación reflexológica puede ayudar a mejorar el equilibrio del sistema nervioso autónomo.
Mejora de la Circulación:
La presión en los puntos reflejos ayuda a mejorar la circulación sanguínea y linfática, lo que facilita la distribución de oxígeno y nutrientes a las células y órganos del cuerpo.
Una mejor circulación también ayuda a eliminar toxinas y desechos del cuerpo, lo que puede mejorar la salud general y la función de los órganos internos.
Efecto Relajante:
La reflexología podal induce un estado de profunda relajación, lo que puede reducir el estrés y la ansiedad. Esto se logra mediante la liberación de serotonina y endorfinas. Y por la activación del sistema nervioso parasimpático, que es responsable de las respuestas de «descanso y digestión».
La relajación puede ayudar a tener una mayor claridad mental, mejorar la calidad del sueño y disminuir los síntomas que puede generar el estrés.
También puede ser muy útil para disminuir la percepción de dolor sin daño o lesión.
El origen de la Reflexología
La Reflexología podal tiene una historia rica y antigua, que se remonta a varias culturas alrededor del mundo, incluyendo China, India y Egipto.
Antigüedad
Egipto Antiguo: Los primeros indicios de la reflexología se encuentran en Egipto. En la tumba de un médico egipcio, Ankmahor, en Saqqara, que data del año 2330 a.C., se han encontrado grabados que muestran a personas realizando tratamientos en los pies y manos de otras. Estos grabados sugieren que ya se conocía la práctica de aplicar presión en ciertas áreas del cuerpo para mejorar el estado de bienestar de una persona.
China y India: Alrededor del mismo período, se desarrollaron prácticas similares en China e India. En China, la reflexología está relacionada con la acupuntura y la medicina tradicional china, donde se cree que la energía vital, o «Qi», fluye a través de canales en el cuerpo llamados meridianos. La estimulación de estos meridianos mediante presión en puntos específicos de los pies es una técnica usada para equilibrar la energía del cuerpo y promover la salud
Desarrollo en el Siglo XX
Estados Unidos y Europa: La reflexología moderna comenzó a desarrollarse en el siglo XX, principalmente a través del trabajo de William H. Fitzgerald, un médico estadounidense que, a principios de 1900, introdujo la «terapia zonal». Fitzgerald dividió el cuerpo humano en diez zonas longitudinales que se extendían desde la cabeza hasta los pies. Él observó que la aplicación de presión en ciertas partes del cuerpo podía tener un efecto anestésico en otras partes de la misma zona
Eunice D. Ingham: Una de las figuras más importantes en el desarrollo de la reflexología podal es Eunice D. Ingham, una enfermera estadounidense. En la década de 1930, Ingham refinó y popularizó la terapia zonal de Fitzgerald, enfocándose específicamente en los pies. Ella desarrolló un mapa detallado de los puntos reflejos en los pies que correspondían a los órganos y sistemas del cuerpo, estableciendo así la base de la reflexología podal tal como se conoce hoy en día.
¿Cómo funciona la Reflexología podal?
Sabemos que en el organismo se encuentran un gran número de terminaciones nerviosas (neuronas sensitivas) en toda su superficie.
Concretamente en manos y pies hay un gran número de ellos. Y que ocupan un mayor espacio en nuestra corteza cerebral, en comparación con otras partes del cuerpo.
Se estima que solamente a nuestros pies, llegan unas 7000 terminaciones nerviosas. Por tanto, es fácil deducir que mediante la estimulación de las zonas reflejas en los pies, podemos obtener diversidad de respuestas y reacciones de nuestro sistema nervioso.
La médula espinal recibe los impulsos sensitivos del organismo y los envía al tálamo por vías aferentes, una vez allí, la información de entrada (input) se procesa, integra y se envía a otras áreas corticales y subcorticales para que siga procesándose la información. Desde esas áreas se devuelve la información procesada, y se reparte por vías eferentes. Ahora la información es de salida (output). Dichos impulsos nerviosos llegarán a los órganos a través de los nervios espinales.
Resumen
La Reflexología podal es una herramienta complementaria a todas las demás disciplinas que se encuentran dentro del marco de la salud y el bienestar. No pretende suplir a ninguna competencia médica. Si apoyar en los procesos de mejora de las personas que quieren mejorar su bienestar físico, mental y porque no, espiritual.