La pregunta que muchas personas se hacen cuando se enfrentar al padecimiento de una lumbalgia es: ¿Qué es mejor para el lumbago reposo o andar?. En este artículo trataré de dilucidar esta duda.
Empezamos
Los beneficios del reposo, hay que entenderlos como una estrategia para disminuir los estímulos que pueden aumentar el estrés mecánico sobre la zona afectada. Especialmente en los primeros días de un episodio agudo de lumbago. Descansar permite que el sistema nervioso disminuya su estado de vigilancia sobre los tejidos.
Las limitaciones del reposo son claras. Prolongar demasiado tiempo la inacción, es decir, el reposo, puede ser contraproducente. La falta de movimiento puede generar mayor rigidez y menor umbral de tolerancia a las cargas.
El reposo absoluto sólo estaría indicado en caso de daño o lesión grave.
Andar: Una estrategia anti-miedo
Como todo el mundo sabe, caminar es una actividad que puede ayudarte a mejorar tu estado en general. Caminando mejoramos nuestra salud cardiovascular, aumentamos el flujo sanguíneo hacia las piernas y los brazos, reducimos la rigidez muscular y promovemos la liberación de sustancias opioides que actúan como mensajeros para el alivio del dolor. Un aspecto menos mencionado es la reducción del miedo. El miedo es un sentimiento/emoción que puede limitarnos en nuestros propósitos. Si optamos por la opción de realizar caminatas de forma progresiva, estaremos promoviendo estrategias de mejora a medio y largo plazo. Nuestro cerebro se reorganiza a través de la acción, y no de la inacción.
Márcate metas alcanzables
He dicho que caminar es una buena estrategia para superar el lumbago. Pero debemos hacerlo conscientemente.
- Mantén la naturalidad: Esta parte es la primera que perdemos cuando padecemos dolor. El movimiento se vuelve predictivo y muy mecánico, poco natural. Es cosa del cerebro, no tuya. Por eso te pido que de forma consciente, intentes caminar de forma natural, balancea los brazos, apoya el talón, medio pie y punta, siente tus pies en el suelo, deshaz el paso y vuelta a empezar.
- Escucha las señales del cuerpo: Si el dolor aumenta, reduce o aumenta la velocidad del paso, si has leído bien, no siempre caminar más despacio alivia el dolor. Puedes probarlo.
- Dosifica la dosis: Los primeros días no te tires a la piscina, sé progresivo y consciente.
Recapitulando...
- Inicia la actividad de forma progresiva: Es importante que sepas escuchar las señales que recibes del cuerpo. Puede que haya momentos, que no te apetezca, o mejor dicho a tu cerebro no le apetezca, pero eso no debe poder impedirte un poco de actividad. Los primeros días, toma precauciones. Luego inicia.
- Incrementa la actividad gradualmente: A medida que percibas menos dolor, quizá es momento de aumentar gradualmente la duración y la intensidad de la salidas. Lleva un registro.
- Consulta a un profesional: Si lo necesitas, un fisioterapeuta o readaptador deportivo, puede proporcionarte un plan de ejercicios personalizado y adecuado para tu condición específica.
Conclusión
En resumen, tanto el reposo como andar tienen su lugar en la recuperación del lumbago. Sin embargo, el movimiento moderado va a aportar más beneficios a largo plazo, uno de ellos es crucial, el afrontamiento del miedo. Permanecer activo y evitar el reposo prolongado es clave para una recuperación funcional eficaz.
Este artículo está escrito para informar, no para tratar. Es recomendable buscar la orientación de un profesional para determinar el mejor enfoque para tu situación.
Si quieres saber más, pincha en el siguiente enlace «¿Qué puede causar el dolor lumbar?»
Hola, Soy Marc Vives
Me dedico a mejorar el estado corporal y de bienestar de las personas que acuden a mi estudio Henko Osteopatía en Tarragona.
Utilizo la Osteopatía Integrativa y la terapia manual, junto con mi pasión por el estudio y conocimiento de la Neurociencia.
No te irás de mi estudio, sin que intente que aprendas algo sobre tu organismo.
Después, si lo deseas podremos continuar manteniendo el contacto para aclarar dudas y seguir progresando.
Un abrazo.
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