Solemos pensar que las moléculas, vagan por el organismo, sin un por qué. Cuando están sujetas a evaluación del organismo.
“Los datos, sin una teoría que le den sentido, son ciegos, sordos y mudos” Daniel Flichtentrei (Médico Pediatra)
Siguiendo con las moléculas. Si se justifican los diagnósticos e intervenciones por los cambios moleculares “Biomarcadores inflamatorios”, no asociados a daño, estaremos apagando fuegos a cañonazos.
Cualquier organismo vivo, intenta adaptarse al medio y contexto en el que vive. Y para ello ha de inducir cambios en su modo de operar y comportamiento (actividad neuronal y química).
Pasa tres días en el desierto, en soledad, sin cobijo, poco alimento, y poca agua, y luego ve a un hospital, para que te midan los niveles de sustancias químicas proinflamatorias (marcadores) en tu organismo. “Verás que guay”.
Hay síntomas que son meros mecanismos alostáticos de adaptación. No de enfermedad, ni de disfunción o mal adaptación. Dolor, insomnio, diarrea, fatiga, ansiedad, depresión. El dolor no es una enfermedad (lo repetiré más veces).
El problema es que la medicina convencional, y otras ramas sanitarias, usan los datos para justificar sus intervenciones y abordar síntomas sin daño, con medicación. En ausencia de enfermedad. Tratan a los pacientes como enfermos, cuando son personas sanas intentándose adaptar a su contexto personal y social.
Por otra parte, la práctica de una medicina basada en el estilo de vida, en un mundo idílico, justo y equilibrado, es perfectamente viable. La realidad, es muy distinta. El contexto de los pacientes, no necesariamente se parece al de los profesionales que los atienden. Muchas veces nos olvidamos de este “DATO”.
Si una persona siente cambios, por ejemplo en su calidad de sueño, la solución no es darle una pauta o medicación, sin antes preguntarse ¿A qué está intentándose adaptar? Esa es la pregunta que nos deberíamos formular.
También en otras circunstancias:
Si le sube la tensión arterial, pregunta.
Si le encuentran triglicéridos altos, igual, pregunta.
Si de repente le sientan mal algunos alimentos, lo mismo otra vez, pregunta.
Si ha subido 15 quilos en tres meses, o los ha perdido, exactamente igual, pregunta.
Si de repente aumenta la frecuencia de sus migrañas, pregunta.
Si de repente le duele más el cuello, pregunta.
Si le encuentran un aumento de “marcadores proinflamatorios” como la sustancia P, CGRP, PCR, CK, IL-6, etc., pregunta.
Los mecanismos biológicos, son mecanismos complejos.
Las personas necesitan saber, conocer asuntos de biología. De cómo cualquier organismo se intenta adaptar al medio y contexto.
El conocimiento es poder dicen, seguro que sí. Sin embargo, hay que preguntarse, si ese conocimiento acepta la incertidumbre, o se alimenta de las certezas. La ciencia básica, la verdadera y honesta, no se basa en dogmatismos, ni en certezas (Valga la redun…)
Un saludo.