Es el tipo de efecto que es activado por las creencias y expectativas que ha construido el organismo/cerebro del usuario.
El placebo, se utiliza para probar la eficacia real de un medicamento o práctica clínica.
El efecto placebo tiene un «beneficio», a corto plazo. A largo plazo, es contraproducente porque genera dependencia, y fragilidad.
Es capaz de provocar la remisión de un síntoma, pero no de curar una enfermedad o reparar un daño.
El efecto nocebo es todo lo contrario, es el tipo de respuesta no deseada. Contiene un perjuicio. Aunque no genera enfermedad tampoco.
Aquí te explico el efecto nocebo, click abajo:
El efecto nocebo – Osteópata Marc Vives (henkoosteopatia.org)
Entonces,
¿En qué funciona el placebo?
Si me dan una pastillita de azúcar, haciéndome creer que es un medicamento, y se me quita el dolor de cabeza.
Si me ponen un suero fisiológico, haciéndome creer que es un analgésico muy potente, y se me quita el dolor lumbar.
Si me ponen una inyección que contiene un líquido inocuo e inerte (placebo) y su efecto es mucho más rápido y eficaz que el mismo contenido en una pastilla.
Si la pastilla de azúcar tiene un determinado color y tamaño, también cambia el resultado, aunque el contenido sea el mismo.
Si los estudios con placebo y triptanes para «personas migrañosas» concluyen que apenas hay diferencias.
Y lo mismo con antidepresivos…
Si al usuario lo han convencido que su mareo es debido a un «algo» en una vértebra cervical, y que el mareo se soluciona desbloqueando un «algo» que subjetivamente está bloqueado.
¿Qué está pasando?
Pues pregúntale a tu cerebro. Tiene respuestas para todo, aunque a veces sean más perjudiciales a largo plazo que beneficiosas.
Al cerebro no le gusta nada vivir en la incertidumbre, y prefiere lo malo conocido que lo bueno por conocer. Sobre todo cuando no conoce otra opción.
Un saludo.
