¿Influye la postura en el dolor?

postura y dolor

La postura del cuerpo es mucho más que una cuestión de apariencia; desempeña un papel crucial en la salud física y emocional. Durante años, se ha debatido si las alteraciones posturales son causa directa del dolor o si simplemente están asociadas a él. Además, estudios recientes han puesto de manifiesto que la postura también está profundamente conectada con el estado emocional y el ánimo de una persona. Este artículo explora la relación entre postura y dolor, así como los vínculos entre las emociones y la postura, basándonos en evidencia científica.

La relación entre postura y dolor, especialmente el dolor musculoesquelético, ha sido objeto de numerosos estudios. Sin embargo, los hallazgos son diversos y, a veces, contradictorios:

  1. La postura como causa del dolor
    Algunas investigaciones han sugerido que posturas incorrectas, como una hipercifosis o una hiperlordosis, pueden aumentar las cargas mecánicas en la columna y provocar dolor. Por ejemplo, un estudio demostró que la postura afecta significativamente el dolor en el cuello y la espalda cuando se mantiene durante periodos prolongados (Refshauge et al., 1995).

  2. Postura y dolor lumbar
    Sin embargo, una revisión sistemática reciente concluyó que no existe consenso sobre si las posturas específicas de la columna, como estar sentado durante mucho tiempo o levantar cargas, son causas directas del dolor lumbar. Se encontró que estos factores están asociados, pero no necesariamente implican causalidad (Swain et al., 2020).Movimiento sobre postura estática

  3. Cada vez más estudios destacan que la movilidad y la variabilidad postural son más importantes que mantener una postura «perfecta». Cambiar frecuentemente de posición puede aliviar el dolor y prevenir problemas musculoesqueléticos (Kripa & Kaur, 2021).
    En resumen, mientras que ciertas posturas pueden contribuir al dolor, no hay pruebas concluyentes de que sean la causa directa en todos los casos. Otros factores, como la actividad física, el estrés y la percepción del dolor, juegan un papel importante.

2.- Emociones, estado de ánimo y postura

La relación entre emociones, estado de ánimo y postura es fascinante y ha sido explorada ampliamente en investigaciones psicológicas y neurocientíficas.

  1. Impacto de las emociones en la postura
    Los estados desagradables como la ansiedad y la depresión, pueden llevar a posturas encorvadas o cerradas. Estas posturas no solo reflejan el estado emocional, sino que también pueden intensificarlo, creando un ciclo negativo. Un estudio destacó que las posturas encorvadas se asocian con una mayor percepción de dolor y un menor estado de ánimo positivo (Wiech & Tracey, 2009).

  2. Posturas poderosas y su efecto en el ánimo
    Por otro lado, adoptar posturas «poderosas» (de pie con el pecho abierto y hombros hacia atrás) puede mejorar el estado de ánimo y aumentar la tolerancia al dolor. Este fenómeno, conocido como «embodiment», sugiere que la postura no solo refleja emociones, sino que también las moldea (Bohns & Wiltermuth, 2012).

  3. Ciclo dolor-emoción-postura
    El dolor crónico está relacionado con cambios posturales y emocionales. Las personas con dolor crónico a menudo adoptan posturas de protección que limitan el movimiento, lo que puede intensificar el dolor y el estrés emocional. Esto subraya la necesidad de abordar tanto el aspecto físico como el emocional en el tratamiento del dolor (Kvåle et al., 2001).

3.- ¿Cómo influir en la postura para mejorar el bienestar

  • Consciencia postural y emocional
    La educación postural y la terapia cognitiva pueden ayudar a las personas a identificar y corregir patrones posturales asociados con emociones negativas.

  • Ejercicio y movilidad
    Actividades como el yoga y el pilates no solo mejoran la postura, sino que también reducen el estrés y aumentan la conexión mente-cuerpo.

  • Terapias integrativas
    La combinación de técnicas manuales, ejercicios y abordajes emocionales puede ofrecer resultados efectivos para romper el ciclo de dolor-emoción-postura.

Conclusión

La postura está profundamente conectada con el dolor y las emociones, pero la relación no siempre es causal. Si bien ciertas posturas pueden agravar el dolor, el movimiento y el manejo emocional desempeñan un papel crucial en la mejora del bienestar. Adoptar posturas positivas y trabajar en el equilibrio emocional puede ayudar significativamente a reducir el dolor y mejorar la calidad de vida.

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