
La fibromialgia es una condición compleja caracterizada por una amplia variedad de síntomas que afectan tanto al cuerpo como a la mente. A diferencia de otros síndromes musculoesqueléticos, la fibromialgia no se asocia con daño estructural en los tejidos, sino debido a la hipersensibilización del sistema nervioso central.
Dolor generalizado
El dolor es el síntoma principal de la fibromialgia. Se describe como una sensación de ardor, rigidez o dolor profundo que afecta a varias áreas del cuerpo. Puede ser constante o fluctuante y en ocasiones se ve exacerbado por el estrés, y la fatiga.

Fatiga crónica
Muchas personas con fibromialgia experimentan un cansancio extremo que no mejora con el descanso. La fatiga puede ser debilitante y afectar la capacidad de realizar actividades cotidianas, generando una sensación de agotamiento constante.
Trastorno del sueño
Las alteraciones del sueño son comunes en la fibromialgia. Los pacientes suelen experimentar insomnio, sueño poco reparador y despertares frecuentes durante la noche. Esta falta de descanso adecuado puede contribuir a la fatiga y al empeoramiento del dolor.

Dificultades cognitivas
La «fibroniebla» es un término que describe los problemas cognitivos asociados con la fibromialgia. Incluye dificultad para concentrarse, problemas de memoria, lentitud mental y sensación de confusión. Esto puede afectar el desempeño en el trabajo y en la vida diaria.
Rigidez matutina
Muchas personas con fibromialgia experimentan rigidez en los músculos y articulaciones al despertar. Esta sensación puede durar desde unos minutos hasta varias horas, dificultando la movilidad y las actividades diarias.
Sensibilidad aumentada
Las personas con fibromialgia pueden ser extremadamente sensibles a estímulos externos como ruidos, luces brillantes, olores fuertes y cambios de temperatura. También pueden experimentar hipersensibilidad al tacto, lo que hace que el contacto físico sea doloroso.

Alteraciones emocionales
La fibromialgia suele estar acompañada de ansiedad, depresión y cambios en el estado de ánimo. El dolor crónico y la fatiga generan frustración y afectar la calidad de vida del paciente.
Problemas digestivos
El síndrome del intestino irritable es frecuente en personas con fibromialgia. Se manifiesta con dolor abdominal, hinchazón, estreñimiento o diarrea. Este vínculo sugiere una relación entre la fibromialgia y el sistema nervioso entérico.
Dolor de cabeza
Las cefaleas tensionales y las migrañas son comunes en personas con fibromialgia. Estos dolores de cabeza pueden estar relacionados con la activación de un programa de alerta-protección por parte del organismo.
Síntomas neurosensoriales
Algunos pacientes experimentan sensaciones de hormigueo, entumecimiento o pinchazos en manos y pies. Estos síntomas pueden presentarse en ausencia de daño.
Conclusión
La fibromialgia es una condición compleja que afecta múltiples sistemas del cuerpo. Identificar sus síntomas y comprender su origen ayuda a mejorar la calidad de vida de los pacientes. Un abordaje integral basado en educación, terapia manual, actividad física y apoyo emocional puede ser clave para su manejo efectivo.