Los músculos no duelen

dolor codo

Me duele el codo decimos. Sin embargo, las estructuras y los músculos no duelen. En realidad, percibimos dolor en el codo. En términos científicos, eso sería más correcto.

Respecto al enunciado de la entrada. Es así. Los músculos no pueden doler, se lesionan/dañan o se estresan. El dolor surge del cerebro, siempre. Sin su cerebro o si padece el conocido síndrome de insensibilidad congénita al dolor, no podría percibir dolor.

El otro día, en el gimnasio entrené sentadilla y peso muerto (día de pierna).

Aumenté cargas de entrenamiento. En sentadilla, aumenté el número de repeticiones por serie. Y en peso muerto, aumenté el peso, sin variar repeticiones ni series.

Pues bien, o no tan bien, buena fatiga neuromuscular acumulé al final del entrenamiento. Cuatro días llevo ya con molestias en las piernas  y molestia aguda en la lumbar, creo que aún me quedan algunos días, pero voy a mejor.

No me lesioné, pero si estresé al sistema. De hecho, noté un aviso de amenaza (aumento de la tensión muscular repentino en la zona lumbar en la última serie de peso muerto). De ahí la molestia lumbar estos días.

El cerebro evalúa todo lo que hacemos y/o pretendemos hacer. Los músculos pueden y deben soportar cargas. Para eso los tenemos, para movernos, bailar, correr, saltar, defendernos en caso de amenaza, y para abastecernos de comida.

Los tejidos se adaptan a las cargas. Si lo hacemos de forma progresiva y respetamos los tiempos necesarios de adaptación, se fortalecen y aumentan su umbral de tolerancia. Si no nos pasamos, el sistema silencia todo lo que hacemos con ellos. No percibimos ni molestia, ni dolor.

Si los tejidos no se adaptan, o el umbral de tolerancia es muy bajo, cualquier mínima carga a la que los sometamos, el cerebro podrá evaluar amenaza y aumentar su vigilancia sobre la zona en cuestión. Si la conclusión es de amenaza por lesión, podremos percibir dolor, y si es por estrés (riesgo de lesión real, potencial o imaginada) también. 

En mi caso, dejaré pasar unos días, pero volveré a someter la zona a cargas. Eso sí, tendré que medir, y empezar un poco más suave. Quizá con cargas de menor intensidad y volumen de repeticiones y series.  

Lo que no haré será sobreproteger la zona, ni entrenar como si nada hubiera pasado. Tampoco querer que la molestia se vaya porque así lo desee. No se trata de lo que yo desee, sino de lo yo buenamente pueda enseñar. El dolor lo pone y lo quita el cerebro. Yo le enseño, mientras sigo entrenando y cargando la zona indirectamente.

Un saludo.

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