Misterios del organismo

misterios del organismo

Cuando realizamos una tarea y la repetimos, practicamos nuevas habilidades, o experimentamos sucesos de alta carga emocional, éstos se guardan en lugares recónditos que se encuentran por debajo de los niveles de conciencia. Es decir, en circuitos subconscientes bien hallados en las profundidades del misterioso cerebro.

Algunos entusiastas dicen que hay músculos, órganos, que guardan esas memorias. Popularmente se dice que hay una memoria muscular, o que el cuerpo tiene memoria. También identifican emociones en los órganos. “La verdad que lo parece”. Pero lo cierto que la habilidad o las emociones no se almacenan en músculos u órganos.

Lo que afirman algunas disciplinas terapéuticas orientales, aún no se ha podido mostrar la veracidad de esas afirmaciones. Son meras hipótesis. Lo que sí parece quedar claro, que somos seres que experimentan infinidad de sensaciones, percepciones, sentimientos y emociones.

Toda experiencia se organiza a través de la redes. Redes neuronales. Es ahí donde se guardan, recuperan, amplifican, atenúan y modifican. Para las habilidades, el cerebro usa la memoria de procedimiento o memoria a largo plazo, para recuperar la información, y permitirnos realizar acciones de forma automática. Conducir, atarse los cordones, comer con cuchillo y tenedor.

En el caso de los sucesos con carga emocional, los recuerdos se trasladan a la conciencia desde la memoria autobiográfica.

No hay músculos, ni órganos, que guarden, ni generen. “La verdad que lo parece”.

Cuando una habilidad queda completamente integrada, pasa a estar por debajo del nivel de control consciente. Podemos realizarla sin gastar demasiado “presupuesto corporal”. Mientras hago A, puedo pensar y hacer B.

Los recuerdos de los sucesos con carga emocional, pueden quedar también integrados por debajo de esos mismos niveles, y de vez en cuando aparecer sin previo aviso. Es la complejidad de las redes.

Quizá, lo importante, si no queremos ser influenciados negativamente por los recuerdos de los sucesos desagradables, sería interesante no intentar hacerlos desaparecer con bulos, prácticas e historias que parecen estar sacadas de una novela de ciencia ficción, y aplicar un poquito más una capacidad humana que se puede entrenar y mejorar.

Esta capacidad recibe el nombre de AUTOCONCIENCIA.

Aquí te dejo enlace para saber a qué me refiero: La autoconsciencia – Osteópata Marc Vives (henkoosteopatia.org)

Un abrazo.

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