Antes citaré una frase de Albert Einstein:
“Ningún problema puede ser resuelto desde el mismo nivel de conciencia en el que se creó”
Introducción a la Pedagogía en dolor
La frase del principio es para que nos la apliquemos todos. Si no cambiamos la información que entra en nuestro cerebro, y seguimos usando el mismo modelo de pensamiento, nada cambia.
Te voy a ser sincero, no entiendo como a día de hoy, se sigue defendiendo el modelo biomédico actual para el tratamiento del dolor. Basado en el modelo cartesiano del dolor. Obsoleto ya.
La pedagogía o si lo prefieres la Neuropedagogía para el abordaje del dolor, está basada en el conocimiento fundamentado de la neurociencia para el estudio del dolor. Ciencia que más ha investigado este tema tan complejo.
Comprendiendo el dolor sin daño
En el dolor sin daño, sin causa aparente que lo justifique, lo primero que debemos hacer es simple, no juzgarnos. El dolor que percibes es real, como la vida misma. Así que no te lo inventas, lo padeces. Has leído bien, dolor sin daño, sin lesión, sin disfunción.
Quiero que sepas algo, el cerebro que forma parte de nosotros, de nuestro organismo, está para algo y a veces se comporta como si fuera un ser independiente. Pero no, el cerebro es interdependiente.
A veces, una persona con dolor persistente o crónico puede culpabilizarse, y creer que su dolor se lo crea ella misma, por su «forma de ser», su vida desordenada, ansiedad, estrés, etc. Pues no, el dolor no se lo crea una persona.
El dolor es la respuesta a un programa defensivo orquestado por tu cerebro. Si no hay daño consumado, ni inminente o potencial, pero hay dolor se considera que no está justificado biológicamente hablando. Entonces, se debe un error. Un error de predicción.
¿Quieres saber más? Haz click en: El cerebro es matemático e inversor.
El dolor no es igual a daño
“Me duele el codo, tengo o debo tener una tendinitis”.
«Me duele la espalda debo tener o es por la hernia” (la misma que quizá ya se reabsorbió sola, pero eso no te lo contaron)
O quizá creas que “tienes un hueso mal colocado”.
Es necesario que sepas que el dolor está sujeto a un mecanismo de evitación y protección de daño, y no sólo de enfermedad, patología, o proceso inflamatorio. Debemos desmitificar la atribución positiva de dolor y daño. Generalmente, nos han enseñado y repetido muchas veces, que el dolor está asociado a daño, o a un mal funcionamiento.
Conclusiones
La neuropedagogía en dolor te brinda la oportunidad de tener herramientas y conocimientos, para que afrontes de otra manera el dolor. Pienso que vale la pena, leer otro tipo de información más actualizada en materia de dolor. Sobre todo para poder vivir con menor miedo, y mayor libertad. Y recuperar el poder de hacer lo que quieras, de pasear, jugar con tus nietos, practicar alguna actividad física y recreativa, etc.
Un saludo.