Hay una tendencia a unificar una respuesta de dolor persistente a un único componente, el emocional. Para muchos terapeutas holísticos y no tan holísticos, las emociones serían la causa principal del dolor.
Pareciera que cualquier persona que sienta una emoción desagradable, esté pre-destinada a padecer dolor. Cuando realmente no sucede así.
El dolor es una percepción bastante más compleja, que no sólo «bebe» de un componente. Es característico, que cuando una persona percibe un dolor no predicho por el individuo, experimente emociones desagradables. Quizá este hecho cree confusión, pues sólo se ve en una dirección.
“La emoción desagradable generadora del dolor VS El dolor generador de la emoción desagradable, o incluso que se presenten juntas”.
En cualquier caso, ¿Qué habría que saber?
El dolor se “alimenta” de diferentes componentes, como son el evaluativo, motivacional, cognitivo, emocional, contextual y conductual. Así que, libérate de la única creencia.
Responsabilizar a un componente es quedarse en la superficie de una respuesta compleja de organismo. Y sinceramente, el dolor es eso. Esta forma de pensar, no beneficia.
De hecho, en muchos casos, hay personas que se han convencido (porque las han convencido) que la raíz de su problema es emocional, y se quedan anclados por años en esa situación.
“Aquí caben muchos síntomas sin daño o patología”.
Los usuarios pueden tener épocas de mejora, pero a la que vuelven los síntomas, regresan las emociones desagradables como la culpa, la tristeza, la rabia, el miedo, la indefensión. Y otra vez de nuevo al bucle emocional.
Cuando aún le quedarían por conocer el evaluativo, motivacional, cognitivo, contextual y conductual.
¿No te parece?
Un abrazo.